Cuando me preguntaban que si proyectaba crear un antihéroe, yo decía que no, que crearía un héroe; antihéroes son Supermán y todos los demás.
¿Cómo así?
Por ejemplo: si Supermán es capaz de detener en vuelo en el espacio un asteroide que va a chocar con la Tierra, no es un héroe. Es que quien puede hacer eso puede hacer lo que quiera, puede enfrentarse al problema físico que quiera. Ese no es un héroe. Es una caricatura de un ser inexistente e imposible. El Chapulín, en cambio, es un ser humano que enfrenta todas las crisis, incluyendo el más humano de todos los problemas: el miedo. El Chapulín siente un temor enorme, pavor a todo, pero lo vence. ¡Derrota su miedo y ahí se convierte en héroe! No es héroe el que carece de miedo.
Lo es quien lo siente, lo enfrenta y lo supera. El Chapulín no se enfrenta a alguien que quiere destruir el mundo, sino que ayuda a la señora del hogar, que no tiene quien la auxilie, a lavar los trastos, a limpiar la casa. En ocasiones, tiene que enfrentarse a poderes muy grandes y lo hace, pero no siempre gana, porque los seres humanos a veces ganan y a veces pierden.