Los ordenadores están en un proceso de evolución constante. Se lanzan nuevas arquitecturas, procesadores y GPU más potentes etc. de forma continua. ¿Cómo abordas el riesgo de que esta consola se quede obsoleta en cuestión de pocos años? Por ejemplo, ¿cómo afecta a la vida útil del producto la ley de Moore?
En algunos sentidos, la rápida evolución de los ordenadores juega a favor de las consolas. Muchos de los equipos requieren alrededor de cinco años para desarrollar un juego. Como consecuencia, necesitan una especificación estable durante ese período y eso es lo que proporciona una consola, es decir, alrededor de cien millones de dispositivos que comparten la misma especificación básica.
Las consolas también tienden a tener un rendimiento superior al que se esperaría por el coste, debido a los sistemas operativos ligeros y al hecho de que los desarrolladores gozan de muchos años para estudiar esa arquitectura específica.
Con respecto a la cuestión de rendimiento en el contexto de la ley de Moore, nuestra estrategia ha sido crear una consola con una serie de características para el corto plazo y otras para el largo plazo. Tenemos un conjunto de características básicas familiares que permiten una amplia gama de juegos en el lanzamiento y hemos realizado una gran labor de adecuación de la GPU que creemos que permitirá que el sistema crezca a lo largo de los años. Para dar un solo ejemplo, hemos adecuado el 'hardware' para permitir que los 'shaders' de computación se utilicen en el interfaz para los gráficos tradicionales. Éste es el tipo de técnica que creemos que será utilizado en el plazo de tres o cuatro años del ciclo de vida de la consola para aumentar la calidad gráfica de los juegos.