Michal Misiewicz (Canadá, GK, 21 años, FC Edmonton)
De lo más destacado, junto a Cavallini y en las semifinales Haber, del sorprendente conjunto canadiense. Portero sin excesivas cualidades técnicas, pero muy valiente y ágil en todas sus intervenciones. Fue el héroe en el decisivo partido de la fase de grupos ante EE UU.
Wilmer Crisanto (Honduras, right-back, 22 años, Victoria)
Potente lateral derecho, con algún problema defensivo pero incisivo cada vez que se sumó al ataque, sus irrupciones ofensivas fueron un factor determinante en las incómodas semifinales ante El Salvador. Si corrige algún despiste defensivo puede integrar la absoluta en poco espacio de tiempo.
Diego Reyes (México, CB, 19 años, América)
Una de las más agradables sorpresas del torneo, central fino y elegante, muy bien dotado para sacar el balón jugado, intuitivo y fresco en el juego aéreo, diestro y muy maduro para su edad. Muy joven con respecto al resto, pero con pinta de ser el gran central mexicano de la próxima generación.
Doneil Henry (Canadá, CB, 18 años, Toronto FC)
Del año 93, es decir, de los jugadores más jóvenes del torneo, empezó como suplente pero en cuanto cogió la titularidad como central se vio una notable mejoría en Canadá, iniciada precisamente con un gol suyo ante EE UU en la fase de grupos. Sobrio, contundente y sin complicarse atrás.
Darvín Chávez (México, left back, 22 años, Monterrey)
Indiscutible en el lateral izquierdo mexicano, todo coraje, fuerza y energía cuando se incorporó al ataque, que fueron bastantes veces y casi todas ellas con criterio, ayudó a que su selección se proclamara campeona. No perdió nunca el sitio y se sintió muy cómodo.
Héctor Herrera (México, central midfielder, 20 años, Pachuca)
Quizá hubiera sido más justo destacar en esta misma demarcación a su compañero en el centro del campo mexicano, el lesionado David Cabrera, pero Herrera ha sido una de las grandes revelaciones. Buen despliegue, largas piernas con las que abarcar mucho campo, llegada y titular por méritos.
Jaime Alas (El Salvador, winger, 22 años, Luis Ángel Firpo)
Él por la derecha, Gutiérrez por la izquierda y Blanco y Flores arriba fueron lo más destacado de una selección de El Salvador a tener en cuenta. Su fútbol ofensivo enamoró a mucha gente y tuvo en el gol in extremis ante EE UU su punto álgido. Alas, pequeño pero dinámico creador, fue su autor.
Andy Najar (Honduras, winger, 19 años, DC United)
Empezó el torneo con algunas dudas, pero su mejoría fue digna de un gran jugador. De hecho, las semifinales ante El Salvador le consagraron como uno de los futbolistas del campeonato. Entrando desde la derecha, creó el juego hondureño con gran talento y prácticamente regaló la clasificación al país en semifinales.
Marco Fabián (México, midfielder, 22 años, Chivas)
Espectacular, el mejor jugador del torneo seguramente, dando la sensación en todo momento de que la categoría Sub-23 se le queda muy pequeña. Decisivo cuando debió serlo, en semifinales para dar el pase a los JJ OO y en la final para forzar la prórroga que facilitó el título. Una velocidad más que el resto.
Alan Pulido (México, striker, 21 años, UNAM)
Máximo goleador del PreOlímpico y el artillero que todo equipo necesita para proclamarse campeón. Se impuso con facilidad al Cubo Torres en la posición de delantero titular de México y lo corroboró con goles. Completo en todos los aspectos, con buena técnica y confiado en sus posibilidades.
Anthony Lozano (Honduras, striker, 18 años, Alcoyano)
Sus goles llevaron en volandas a Honduras. El buen juego del equipo subcampeón encontró en la puntería y el olfato del jugador del Alcoyano, cedido por el Valencia, el punto necesario para conseguir el pase a Londres. Dicha posibilidad se inició con un importante y temprano gol suyo ante El Salvador.
